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Hecho esto, coge los calabacines y córtalos en rodajas de medio centímetro exactamente. Este plato es una versión de una receta de la sección de recetas italianas de Gordon Ramsay en su libro El Planeta en mi cocina. He variado algunas proporciones en la vinagreta básicamente. Pero es una receta tan fácil que es imposible cambiar considerablemente mucho más. Para esta receta, es preferible usar calabacines pequeños y nuestra sartenada quedará más vistosa.
Extiende los San Jacobos sobre una bandeja con papel de horno y riégalos con un poco de aceite. Con unos minutos en el horno precalentado a 200ºC ¡perfectos! Eso sí, el resultado asimismo es dependiente del espesor del calabacín, así que desde los 10 minutos estáte bien atento para eludir que se quemen. Engrasa la plancha con aceite y añade cada porción. Engrasa la plancha con aceite y cuando esté caliente, añade cada porción. Cocina a la plancha cada una parte del San Jacobo hasta el momento en que ambas queden doradas.
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Dejamos que el queso comience a derretirse con el calor. Para apresurar el desarrollo, podéis poner una tapa de cacerola sobre la sartén. Si utilizamos berenjenas hay que dejar las láminas 20 minutos en un colador espolvoreadas con sal antes de pasar por la sartén. Pasamos las lonchas de calabacín por una parrilla o sartén al fuego con un fondo de aceite y las dejamos un minuto por cada lado para que se enternezcan .
Dejar descansar y enfiar unos minutos a temperatura campo o en la nevera para servirla considerablemente más fría, dejando que el calabacín coja mejor los aromas del plato. Para comenzar con los rollos de calabacín, lavamos bien los calabacines y los cortamos en 2 partes si son muchos largos. Se cortan en láminas lo mucho más finas viable a lo largo. Podemos hacerlo con una mandolina para confirmarnos el resultado. Corta el jamón cocido en daditos y añádelo a la sartén. Apaga el fuego, añade el queso crema y mezcla bien.
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Vamos poniendo las rodajas en otra sartén considerablemente más pequeña (20/22 cm) rellenando todo el fondo y poniendo en tres capas. Una vez lavado el calabacín, lo cortamos en láminas de 1 centímetro a lo largo y lo reservamos. Para iniciar, lo primero que tienes que hacer es lavar bien los calabacines y cortarlos en rodajas verticales de un centímetro de ancho exactamente cada una. No es requisito utilizar sal por dado que el jamón y el queso en este momento aportan bastante gusto, pero una vez terminada la receta, podéis probar y corregir en su caso. Ser útil candente para que los hilos de queso nos alegren la visión .
Hacemos la vinagreta, lo destacado es meter todos los elementos en un bote, cerrar y agitar a fin de que se emulsione. Ponemos por arriba, acabamos con un puñado de piñones y algo de perejil fresco.
La misma receta se puede preparar asimismo con láminas de berenjena. Pica la cebolla en daditos e incorpórala a la sartén donde has cocinado las láminas de calabacín. Rehógala a fuego fuerte en el transcurso de un par de minutos y añade los daditos de calabacín. Elige 8 (las mucho más grandes) y cocínalas resumidamente en una sartén grande con un chorrito de aceite. Quita las láminas de calabacín de la sartén y resérvalas.
Añadimos también el jamón muy picado y unas hojitas de tomillo fresco o de cualquier otra hierba aromatizada que tengáis en el hogar. No es requisito utilizar sal por el hecho de que el jamón y el queso ahora aportan bastante gusto, pero una vez terminada la receta, podéis evaluar y corregir en su caso. Servir ardiente para que los hilos de queso nos alegren la visión . En una sartén, ubicamos los calabacines cubriendo el fondo y los cocinamos a la plancha. Normalmente, tendréis que llevarlo a cabo en varias tandas. Cortar el jamón en trocitos y añadir a la sartén de las verduras.
Pica el resto de los calabacines en daditos y reserva. Almacena esta receta para hallarla mucho más de manera fácil en el momento en que la desees cocinar. Las proporciones variaran según la utilidad que le demos al plato. Como plato único necesitaremos un calabacín mediano por comensal . El calabacín adjuntado con la berenjena son mis verduras preferidas por lo polivalentes y las muchas opciones que ofrecen.
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Entonces metemos el calabacín al horno fácil para cocinarlo unos 20 minutos. La sartenada de calabacines con jamón y queso es un plato muy satisfactorio y gusta bastante a pequeños y mayores. Podéis emplearla como plato único a la hora de la cena o como entrante o primero al mediodía. Una tortilla francesa o un filete de pollo a la plancha puede ser una guarnición inigualable.
Una vez en el hogar resulta conveniente guardar los calabacines refrigerados en el cajón de las hortalizas, sin lavar y bien apartados de alimentos que emitan fragancias. Así tienen la posibilidad de aguantar durante múltiples días en perfectas condiciones. 9 latas de Fanta de limón, refresco con gas para tomar solo o para preparar cócteles y otras bebidas. Monta los San Jacobos con una base de calabacín, una loncha de queso, una de jamón y otra de calabacín. Para montar los San Jacobos, aplica una base de calabacín, una loncha de queso, una de jamón y finalmente, otra de calabacín.