Añadimos un poco de aceite en una sartén y lo ponemos a calentar. Acompañado de brécol cocido y un poquito de mahonesa. Nos atrae tanto el bacalao que lo ingerimos de todas las formas habidas y por haber, y el fresco es un enorme desconocido. Prepara una ensalada con los brotes, unos tomates, con la zanahoria rallada y el apio. Adereza con aceite y una migaja de sal.
El primer paso es lavar muy bien los lomos de bacalao. Quitamos los restos de piel y los escurrimos. Añadimos algo de sal si es fresco. Lo dejamos apartado y limpio en un plato.
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En los diferentes artículos vas a poder conseguir cientos de recetas y también elementos, si lo quieres te vamos a poder sugerir dietas personalizadas y el asesoramiento de un profesional nutricionista. En la sartén con un chorrito de aceite se cocinan los lomos de bacalao a la plancha, vuelta y vuelta, durante dos minutos por cada lado, dejándolo al terminar con la una parte de la piel hacia arriba. Para hacer esta receta utilizaremos lomos de bacalao. Tenemos la posibilidad de emplear lomos más finos o mucho más gruesos, es cuestión de deseos decidirse por unos u otros. A mí particularmente me gustan los lomos gruesos, los que usé en esta receta tienen 4 cm de grosor.
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Para estas ocasiones, este bacalao a la plancha va a ser tu solución. Como sabes este es un pescado muy típico de cuaresma, pero su historia viene considerablemente más de lejos que esta festividad. Se cuenta que los primeros en secar el bacalao fueron los vikingos de Noruega. Estos fueron desterrados de Thorwald y adjuntado con el conflictivo Erik el Rojo, eligieron viajar a Islandia, Groenlandia y Canadá allá por el siglo X. De estas sangrientas expediciones, indudablemente la herencia mucho más memorable para la gastronomía fué el bacalao curado.
El bacalao a la plancha se puede ser útil de muchísimas formas. La receta que hemos explicado se puede acompañar con unas patatas, pasas, cebollas o cebolletas y, en muchas ocasiones, arroz también. El selenio es un mineral que no está de forma fácil en los alimentos y es imprescindible para la integridad celular, en tanto que es antioxidante (200g de bacalao cubren cerca del 60% de la cantidad diaria sugerida).
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Si los lomos son grosísimos se pueden recortar por la mitad para que salgan mucho más jugosos. En cuanto a los lomos de bacalao, los agregamos en una sarten con una cucharada chica de aceite, sal y pimienta y los pasamos por las dos caras unos minutos hasta que tomen un tono dorado y ya tenemos la posibilidad de retirarlo y emplatarlo. Estamos frente a una receta hipocalórica, puesto que nos encontramos con un pescado blanco con un contenido graso y calórico bajo. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico y además de esto presenta una extensa variedad en vitaminas y minerales. Pide al pescadero que te quite la piel de los lomos de bacalao —lee los consejos, mucho más abajo—.
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El espesor del lomo es importante en el momento del tiempo de cocción del bacalao, en tanto que a más espesor, mucho más tiempo de cocción necesitará. El tiempo de cocción de esta receta está calculado para llevar a cabo unos lomos de bacalao de 4 cm de espesor tal es así que a menor espesor, menor tiempo. En esta receta voy a utilizar por consiguiente bacalao desalado pero si utilizáis bacalao fresco, solo habría que tomar en consideración el punto de sal. Al bacalao desalado no se le añade sal, porque ahora tiene su punto justo de sal, mientras que al bacalao fresco sí que tendríamos que agregarle sal antes de ponerlo en la plancha.
Parte el pescado en las raciones que vayas a necesitar. Salamos el bacalao y aguardamos que la sartén se ardiente, cuando lo esté, ponemos el lomo con la piel hacia abajo y bajamos el fuego a capacidad media, cocinando cuatro minutos por el lado de la piel. La primera cosa que haremos es dejar lista la ensalada con la que iremos a acompañar el bacalao a la plancha. Lavamos 50 g de mezclum de lechugas y 75 g de tomates cherry, y cortamos los tomates por la mitad. Ahora llega el momento de llevar a cabo el refrito.
Tanto por sus proteínas como por su contenido elevado en fósforo, entre los pescados preferidos en las recetas españolas es el bacalao. Es frecuente consumirlo fresco o en salazón. Sin duda proporciona unas opciones casi infinitas que varían de una región a otra.
Procuro incluirlo de manera regular y habitual en nuestro menú semanal. En mi casa hay mucha tradición de recetas con bacalao en salazón, pero ocasionalmente, especialmente si hay promociones, cambio de tercio. Emplatamos el bacalao a la plancha con la ensalada de mezclum de lechugas y tomates cherry.