Es de lo más humilde que pueda imaginarse, ya que ingredientes como el pan duro y los ajos eran consumidos por los más pobres. Así mismo, la sopa de la que charlamos nació como un recurso para aprovechar los humildes ingredientes que había a mano. Cocemos a fuego moderado a lo largo de unos 20 minutos, en ese tiempo no hace falta eliminar la sopa. Pasados los 20 minutos agregamos el resto del pan, las otras 6 rebanadas que antes hemos tostado con algo de aceite de oliva virgen plus.
El resultado fue un plato que ha sabido sobrevivir al paso del tiempo, y hoy en dia es uno de los más importantes emblemas de la gastronomía española. Es verdad que en muchas ocasiones nos referimos a la sopa castellana como sopa de ajo y al reves, pero las recetas no son precisamente lo mismo. Si bien tienen rasgos en común y puede ser complicado distinguir estos platos, también tienen muchas diferencias.
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Por su lado, la sopa de ajo lleva los mismos ingredientes, pero se deja el pan dentro del caldo a lo largo de mucho más tiempo mejorando su absorción y realizando conque el resultado final sea mucho más espeso. La sopa de ajo y la sopa castellana son exquisitos platos que pertenecen a la gastronomía española. Estas 2 recetas son idóneas más que nada para los días mucho más fríos, en los que más nos apetece un plato caliente y de cuchara. Debido a que son muy parecidas, se acostumbran a confundir bastante.
Indispensables en Semana Santa y desayuno frecuente en muchas zonas del campo español. Nuestras abuelas y nuestras madres ya nos preparaban este plato tan natural, tradicional y reconfortante. Les alcanzaba con ajos, pan, pimentón, agua y un poco de jamón para que nos quedásemos atontados contemplando el fuego. Siempre y en todo momento mirando la cazuela para ver si ahora estaban listas para cenar.
Preparación De Las Sopas De Ajo
Esta versión procede de la región de Castilla, en el centro de España, y de hecho en ocasiones lleva por nombre sopa castellana. La mayoría del resto versiones regionales parten de esta base y agregan uno o múltiples elementos mucho más, como el tomate y el pimiento verde en la Rioja, o cambian algo como añadir coliflor pero no pimentón. El punto está en que, en aras de la precisión, no es acertado diferenciar sopa castellana versus sopa de ajo. Córtalo en rodajas muy finas a fin de que el agua espese. Hay gente que los fríe en la misma sartén que los ajos.
El cuerpo nos pide recetas de sopas y es lo que toca cocinar. Hace unos días os presentaba una de mis preferidas,sopa de cebolla. La de hoy se encuentra dentro de las recetas más humildes y reconocidas de la gastronomía de españa, las sopas de ajo o sopa castellana.
Los ingredientes son prácticamente los mismos y la manera de elaborarlas también es muy similar. Entonces, ¿existe alguna diferencia entre estas 2 sopas tradicionales españolas? La respuesta es sí, y ahora te la revelaremos. El paso inicial de esta receta será cortar el pan en rebanadas finas usando un cuchillo de sierra preferentemente. Después, se van a colocar las 3 medidas de cuchara de aceite de oliva en una olla y pelar los dientes de ajo, cortarlos en láminas finas y agregarlos a esto.
Esta vez, sácala del fuego, añade el pimentón y mézclalo bien con el aceite. En Portugal el pimentón se reemplaza por el aromático cilantro, al paso que en Mallorca hay una variante con cebolletas agradables y berzas, y en Segovia, se descansa en el horno con comino. En Soria, al refrito se incorporan setas senderuelas. La soupe à l’oignon francesa es muy similar pero cambia el ajo por cebolla. La sopa castellana necesita muy pocos ingredientes. Tanto los ajos como el pimentón tienen la posibilidad de ofrecer sabor amargo si se tuestan de más.
En estas regiones el frío tiende a ser muy intenso, y la sopa de ajo alimentaba y calentaba. Tal es la identificación entre la región y el plato que varios llaman a esta sopa sopa castellana. Exactamente la misma receta nos habla ahora de de qué manera tuvieron que ser sus orígenes.
Yo sugiero un buen tazón de sopas de ajo como cena, la primera cucharada de sopa ahora mete el calor en el cuerpo. Su toque de ajo y su aroma de pimentón me recuerda a las cenas viendo la tele en la casa de mi prima Miriam. Diríase que estas humildes recetas tienen siglos de historia. La sopa castellana nació en tierras zamoranas, de ahí su nombre.
Pero en sus inicios esto no era así, si bien la diferencia verdaderamente era mínima. Al fin y al cabo, la sopa castellana representa la manera original de la sopa de ajo, así que observemos su forma de preparación. Teniendo en cuenta que con cambios mínimos, sea de ingredientes o de manera de elaborar, puedes lograr las variaciones de sopas de ajo. Hay que añadir algo… hay una ligera diferencia entre una sopa castellana y una sopa de ajo. Esto es, la castellana es más aguada que la de ajo, donde se deja mucho más tiempo reposar y esto hace que el pan chupe todo el caldo y se quede espesa. Vamos que la de ajo es más de masticar y la otra absorber.
Esta enorme comida nos hace pactar a en el momento en que éramos pequeños y nuestras mamás o abuelas nos servían este alimento antes de cualquier comida o en una comida ligera. Del mismo modo, nada te impide cambiar la preparación, introduciendo otros ingredientes como el comino, la yerba buena o cilantro. Al final, en Portugal reemplazan el pimentón por cilantro, consiguiendo una preparación muy aromática. No obstante, asimismo es indudable que tienen que existir diferencias, por aproximadamente sutiles que puedan ser, y de ahí los apodos específicos.
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Una de mis recetas preferidas merced a ti, me salió en una recomendación en Facebook, la preparé y desde hace unos meses es mi sopa preferida. Muchas gracias de una española en Alemania en tiempos de COVID super seguidora de tu blog. Cortamos el pan en rebanadas muy muy finas y las echamos en la olla de barro. Hervimos el agua y machacamos el ajoy la sal en el mortero, dejándolo muy muy fino.
Y Este Plato… ¿con Qué Vino?
Veamos que fundamento puede haber en sustentar la presencia de una sopa castellana como algo distinto de una genérica sopa de ajo. Claro está, la receta evolucionó, y, ahora distanciada de las estrecheces económicas de otrora, incluye huevos y, en algunas regiones, como Andalucía, se añade coliflor y no se utiliza pimentón en la preparación. Se piensa que su origen está en mezclar con agua ciertos alimentos molidos o troceados, para ablandarlos y comerlos. Volvemos a poner la cazuela en el fuego, el ajo, el pan, sal y el agua. Si sois muy amigos de la cocina tradicional de españa, les aconsejamos nuestro libro 50 Recetas para Comerse España.
En el momento en que agregamos la sopa al cuenco la yema se mezcla con la sopa y queda deliciosa. El huevo va a quedar o en forma de huevo hilado o en trocitos escalfado. Suelo añadir un huevo por comensal pero es dependiente de cada uno, si queréis dos o tres… a vuestro gusto. Otra opción es la de separar las visibles de las yemas y añadir solo las claras a la sopa.