Muslos De Pollo Con Cebolla Y Vino Blanco

Incorporamos de nuevo el pollo a la cazuela, adjuntado con el jugo que haya soltado. Regamos con el vino blanco y ascendemos el fuego, hasta que se haya evaporado el alcohol. Añadimos ahora el caldo de pollo , sin llegar a contemplar el pollo.

Salpimentar los muslos de pollo y dorarlos en la cazuela a lo largo de cinco minutos. Picamos la cebolla que freímos por unos 3 minutos. Volcamos el vino blanco, el caldo de pollo y diluimos la nata de cocinar. Pela las cebollas y córtalas en el medio. Pica cada una de ellas en plumas finísimas y resérvalas en un cuenco aparte. Sazona con sal, tapa la sartén y deja que la cebolla se realice delicadamente durante 20 minutos.

Pasos De La Receta

Una vez terminado, déjalo durante 5 minutos auxiliares de reposo, a fin de que el pollo quede bien tierno y se reduzca la salsa. En exactamente el mismo aceite de freír los muslos de pollo freír la cebolla picada hasta el momento en que coja bastante color. Añadir a continuación el ajo, la zanahoria y las patatas. Cocinar cinco minutos mucho más y añadir el vino blanco y una cucharada de miel. Salpimentar, añadir los muslos de pollo y dejar al fuego veinticinco minutos.

Vamos primero a sacar la piel de cada muslo y ponerlos en un sartén con la mantequilla derretida y una cucharadita de aceite de oliva. Los vamos a sellar por unos ocho minutos de cada lado a fuego medio alto. Los retiramos de la lumbre y en exactamente el mismo sartén, sin lavarlo, agregamos otra cucharadita de aceite.

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Exprime los limones y echa el zumo de uno y medio en un cuenco. Agrega tres dientes de ajo pelados y prensados, y el perejil picado. Revuelve bien la mezcla y sobre una tabla de madera haz 2 cortes profundos a todos los muslos en los lados opuestos. No les retires la piel y también imprégnalos completamente en el adobo, procurando que queden bien untados. Picamos muy fina la cebolla y la ponemos a pochar, a fuego suave y preferiblemente en el mismo aceite donde hemos dorado el pollo.

Autodidacta y apasionada de la cocina, disfruto aprendiendo y preparando novedosas recetas. Espero que les guste mi blog, donde comparto mi afición a la cocina con todos nosotros. Mondar las patatas, la zanahoria y la cebolla y recortar en cuadrados las patatas y en rodajas la zanahoria y la cebolla. Vamos primero a retirar la piel de cada muslo y ponerlos en un sartén con la mantequilla derretida y el aceite de oliva. Almacena esta receta para hallarla más fácilmente en el momento en que la desees cocinar.

Pintamos los muslitos de pollo con la salsa y los ubicamos en una fuente para horno. Los tapamos con film transparente y dejamos que reposen en el frigorífico a lo largo de dos horas. Mientras que, picaremos el ajo, las cebollas, el perejil, los champiñones y las verduras que sean del gusto de cada uno de ellos y las salteamos en una sartén con AOVE.

Sacamos los muslitos del frigorífico y los salamos. Le agregamos la cebolla en tiras y los tomatitos cherry, y algo de aceite de oliva por arriba y el zumo del limón. Empezamos dejando macerar un par de horas los muslitos de pollo en una salsa que iremos a preparar en una batidora. Excita el aceite de oliva virgen extra en una olla ancha y deja calentar. Marca levemente por los dos lados la carne. Ponemos en el vaso de la batidora los dientes de ajo, unas 5 cucharadas de aceite y las hierbas aromatizadas adjuntado con la sal y la pimienta.

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Revolvemos, sazonamos con sal, pimienta y tomillo. Bajamos la lumbre al mínimo, volvemos a colocar los muslos en el sartén y tapamos. Dejamos en la lumbre, siempre baja, por unos 20 minutos aproximadamente. Poner una cazuela con 4 medidas de cuchara de aceite de oliva al fuego.

muslos de pollo con cebolla y vino blanco

Verificamos el punto de sazón de la salsa y añadimos perejil, recién picado, justo antes de servir el pollo guisado. En el momento en que la cebolla esté tierna incorporamos los champiñones bien escurridos y dejamos al fuego unos cuantos minutos. Añadimos los trocitos de beicon y jamón y salteamos hasta el momento en que cambien de color. Ponemos a hornear a 180 grados y en el momento en que hayan pasado unos 20 minutos los sacamos y le añadimos el vino blanco. Los volvemos a meter en el horno otros 20/25 minutos mucho más, hasta que veamos que están dorados.

Con un par de minutos va a ser bastante, hasta el momento en que la cebolla vaya adquiriendo tono transparente. Comenzaremos sazonando con sal y pimienta los muslos o cuartos traseros de pollo. A modo optativo, podemos enharinarlos un poco para que quede mayor textura. Ponemos a calentar el aceite en una sartén antihaderente y doramos el pollo a lo largo de 3-4 minutos para sellarlo. La carne de pollo es buena fuente de proteínas, con aminoácidos esenciales de simple digestión. Se identifica por su bajo contenido en grasas, y la poca que muestra prevén contra anomalías de la salud cardiovasculares.

Mientras tanto, arroja sobre la cebolla sofrita el resto de zumo del limón y el vaso de vino blanco. La salsa deberá cocer durante cinco minutos a fuego medio. Quita los muslos ahora hechos y ponlos en una fuente. A continuación, echa la salsa por encima y sírvelos acompañados de patatas cocidas. Picamos la cebolla que freímos por unos tres minutos. Volcamos el vino blanco, el caldo de pollo y diluimos la crème fraiche.

Sí, puedes congelar la masa cruda de las croquetas con la carne de pollo,s… Si en el momento en que cocinamos pollo no queda demasiado seco, nuestro plato perderá la textura y el sabor quiere… Si suprimimos la grasa y los nervios del pollo antes de cocinarlo, el plato final será mucho … Cuando comienza hervir, tapa y deja cocer 30 minutos a bajo fuego.

La receta de pollo al vino blanco es simple y rápida, un plato simple pero exquisito y muy sabroso. El vino, así sea blanco, tinto o rosado, está presente en todas y cada una nuestras celebraciones, tanto para acompañar los platos para cocinarlos. Existen varias reglas básicas de maridaje para crear una aceptable armonía entre los platos que servimos y el vino. Para la elaboración de los platos también combinan mejora ciertos vinos que otros. La carne roja, por ejemplo, es preferible cocinarla con vinos tintos, al tiempo que para el pescado o la carne blanca es conveniente utilizar un vino blanco.