Si dejamos a un lado las especias y nos ponemos a ver salsas, hay que destacar el curry. Nuevamente, nos encontramos ante una mezcla de condimentas. No obstante no es solo esto, en tanto que la meta de estas condimentas es añadirlas a bases líquidas compactas, como puede ser la leche de coco. De esta manera conseguimos una deliciosa salsa para acompañar unas pechuguitas de pollo. Sin embargo, para acompañarlas nada como nuestra salsa de champiñones que puede acompañar, también a otros tipos de carnes como el contramuslo de pollo. El curry es una mezcla de especias milenaria usada en la medicina ayurvédica y significa, verdaderamente, “calentar el cuerpo”.
En el momento en que el pollo esté tierno incorporamos los champiñones y damos unas vueltas. Tras unos cuantos minutos incorporamos la nata y dejamos que todo el conjunto dé un óptimo hervor. Dejamos descansar 5 min antes de servir. Sofreímos en aceite en una olla la verdura picada con el laurel. En el momento en que tomen color añadimos el pollo, salpimentamos, ponemos unos golpes de nuez moscada, y salteamos unos minutos a fuego fuerte a fin de que se dore bien por doquier. Una carne en salsa es un plato fabuloso, pero para que sea terminado necesita una buena guarnición.
Pechugas De Pollo Con Crema De Champiñones
Con esta receta de pollo a la crema con champiñones puedes elaborar asimismo pavo. La salsa resulta muy cremosa, pero si disfrutas mucho más espesa deja achicar un poco más. ¿Te gustan todas las ideas que te hemos dado para que las pechugas nunc amás te queden sosas? Seguramente ya hemos demostrado que sabemos y tenemos la posibilidad de hacer que tus pechugas de pollo en salsa de champiñones sea el plato ganador, cuando menos para la cena de esta noche ;). Y si lo que deseas es proporcionarles aún mucho más saborcito a tus pechugas y aún no te atreves a evaluar nuestras pechugas en salsa de champiñones, puedes decantarse por otra mezcla de especias.
Las pechugas rebozadas te van a quedar mucho más ricas si antes de hacerlas, las deja en adobo un par de ho… Lograrás unas pechugas considerablemente más ricas, si las dejas macerar unos cuantos horas, sumergidas en le… Estamos muy atentos de la cocción por el hecho de que nos interesa que las verduras adquieran un color dorado, pero que no estén bastante fabricadas.
Pollo Con Crema De Nata, Champiñones Y Calabacín
Esta receta de pollo a la carbonara es una opción idónea para darle la vuelta a las pechugas. Esta carne es bastante suave, con un sabor delicado que puede llegar a aburrir si no las cocinamos de formas diferentes. Si en lugar de pechugas de pollo tienes pavo o solomillo de cerdo, por servirnos de un ejemplo, puedes gozar de un plato igual de rico reemplazando el ingrediente principal. La salsa es tan suave que con cualquier carne queda bien. Lo primero que debemos haces es sellar las pechugas de pollo.
Es tan sencillo como macerar la carne en una bandeja con leche, ajo, y perejil picados. Cuando estén al punto, incorporamos en la sartén la crema de nata, salpimentamos y removemos bien. La Pechuga de pollo a la crema con champiñones casi podríamos decir que es un tradicional de las ocasiones que lo hemos visto e inclusive probado. A fin de que las pechugas de pollo rebozadas queden jugosas, coloco las pechugas un rato antes de rebozar… Mi tío me solicitó que cocinará para él, así que después de una sucesión de cuestiones quise sorprenderlo con esta receta.
Desde pequeña me ha encantado cocinar y recrear platillos de todas y cada una partes del planeta. La cocina para mí es una forma de querer y de festejar la vida. Soy seguidor de la gastronomía mexicana y de entender la variedad que se encuentra en todos nuestros mercados. Agregamos las pechugas al sartén y cocinamos 3 minutos. Guarda esta receta para encontrarla mucho más fácilmente cuando la desees cocinar.
Esta vez vamos a fijar la vista en Marruecos y su ras el hanut. Esta combinación conocida como “la cabeza de la tienda” puede variar muchísimo de un comerciante de condimentas a otro. Resaltan el comino, el cardamomo, la nuez moscada, la canela, el pimentón o el jengibre. Pon a calentar un poco de aceite en una sartén, agrega los granos de maíz, tapa y fríelos hasta el momento en que exploten. Quita las palomitas a un plato. Dora la piel del muslo de pollo en una sartén pequeña hasta que quede crocante.
Conque experimenté un poco en la cocina y el resultado es esta receta, que me resulta muy cómoda de preparar porque es increíblemente sencilla. Por otra parte, lavamos nuestros filetes de pechuga y los escurrimos. Cocinamos en un sartén con muy poquito aceite por ambos lados. Más tarde los ponemos en un plato y en exactamente el mismo sartén ponemos la mantequilla y acitronamos el ajo picadito. Añadimos los champiñones, luego la crema, la leche, el consomé, sal, pimienta y ajo en polvo. Agregamos el pollo sellado y esperamos a que se cocine un poco la nata y se integren todos los ingredientes.
Pela la zanahoria, trocea y colócala en una cazuela con agua. Quita la piel al pollo y resérvala. Añade el muslo de pollo sin piel. Añade asimismo las ramas de romero, unas ramas de perejil y la pastilla de caldo de pollo. Cuela el caldo y reserva el muslo.
Para esto necesitamos una sartén antiadherente a fuego medio-prominente. La primera cosa que debemos hacer es echar un chorrito de aceite de oliva en una sartén. La ponemos a fuego medio y, cuando se haya calentado, echamos media cebolla, bien picada, y un diente de ajo, asimismo bien picado. Vamos dando vueltas con una cuchara de madera hasta el momento en que la cebolla se ponga transparente.
Pelamos el tomate y lo picamos. Picamos asimismo la cebolla y pimientos.
Si quedara muy densa puedes aligerarla agregándole un tanto del caldo guardado previamente. En ocasiones, para cenar, me hacía una pechuga de pollo a la plancha. En otras ocasiones, crema de champiñones. Y un día me pregunté por qué razón no unir ambos platos.
Es una receta simple, rápida y deliciosa. Limpiamos con sumo cuidado los champiñones ayudándonos de un pincel o servilleta de papel para sacar bien la tierra. Recordad que es un producto tan poroso que no es conveniente sumergirlo en agua ni ubicarlo bajo el grifo. Pierde su sabor y su textura original.