La receta favorita del chef de El Antídoto a partir de pan duro es este dulce propio de la región de Aller, en Asturias, muy simple de realizar. Se prepara con miga de pan duro, que se mezcla primero con yemas de huevo y ahora con las claras a puntito de nieve hasta conseguir unas bolitas tipo buñuelos. “Solo hay que dejarlas reposar una hora en frío y freírlas en abundante aceite de girasol”, explica Fernández. Seguidamente, se prepara un almíbar con vino blanco, agua, azúcar, canela en rama y piel de limón, si bien Fernández sugiere que cada cocinero lo prepare con los ingredientes que más le gusten.
Una vez listo el almíbar se introducen los borrachinos, que pueden tomarse fríos o calientes. “Es un plato fenomenal a coste prácticamente cero”, recuerda el cocinero. Como sucede con la sopa de cebolla, la de ajo asimismo tiene múltiples versiones, casi tantas como cocineros.
Receta Del Pudin De Pan
Para ello se debe tener paciencia e ir trabajándolo con unas varillas”, explica. Una vez listo se le añade el chorizo, se mezcla bien “y si queremos terminar de rematar un plato tradicional excepcional, lo acompañamos con un huevo frito”, concluye Allué. Otro desayuno tradicional de subsistencia que nos deja explotar el pan duro y ofrecerle una exclusiva utilidad son las tradicionales sopas de leche.
Así, generación tras generación se fueron traspasado recetas de aprovechamiento humildes, pero deliciosas, que tienen un lugar consagrado en el recetario de comida tradicional. Antes de apagar el fuego, añade el chorizo y la panceta, y deja que se integre con el resto del preparado durante unos 2 minutos. En una sartén con aceite, tiene dentro los ajos sin pelar. Cuando empiecen a dorarse añade el pan que, previamente, habrás desmigajado.
Como siempre y en todo momento nos gusta regresar a tiempos precedentes, hoy día, ciertas de estas recetas se han vuelto a revalorizar e, aun, han aparecido ediciones más modernas. En muchas de estas recetas de aprovechamiento, el pan duro es el personaje principal. Así que, en el presente artículo os proponemos preparaciones para ofrecerle una exclusiva ocasión a este ingrediente. Una receta de aprovechamiento para la que iremos a emplear ingredientes tan sencillos como el pan, el huevo, la leche o el azúcar.
Preparación
Existe quien lo tritura de forma directa cuando está duro y quien lo tuesta antes para asegurar que quede especial. El chef y dueño del restaurante El Remedio, en Ruiloba , Samuel Fernández, recomienda aprovechar las recetas al horno para llevar a cabo pan rallado casero. “Se puede aprovechar el calor residual que deja el horno una vez apagado, se mete el pan que queremos rallar, que se tostará con el calor, y más tarde lo trituramos”. En un bol tiraremos el pan remojado en leche, la leche hervida y colada y los huevos revueltos, batimos todo junto hasta conseguir una crema.
Otra receta fácil para explotar el pan duro, que nos requerirá aproximadamente tiempo en función de si adquirimos algunos de sus elementos ya preparados, es la tradicional sopa de cebolla. “Partimos de una cebolla confitada y la ponemos en una olla de barro con un buen caldo, que puede ser de bote si no lo contamos hecho,pan y queso rallado,gratinamos, abrimos un huevo y lo tiramos dentro”, enseña Allué. El resultado es una receta de invierno muy frecuente en muchos hogares, consistente, nutritiva y muy económica. Por su lado, el chef del lugar de comidas La Xarxa, en Barcelona, Carlos Allué, se declara un seguidor de las migas, una receta que prepara de forma frecuente. Para esto, humedece el pan duro en cerveza, sin que quede absolutamente empapado, y a continuación fríe chorizo en aceite de oliva, que quita del fuego una vez está cocinado. “En el aceite del chorizo, sin limpiarlo, introducimos el pan y lo vamos cocinando hasta el momento en que quede absolutamente deshecho y seco.
Aprovechar el pan duro para desayunar nos retrotrae a otras épocas de menos abundancia en que no quedaba más antídoto que sacar partido al pan del día previo. Si bien esta es una receta que se sirve comúnmente como entrante, sin acompañamiento alguno, nosotros planteamos la hora del temtempié para gozar de los huevos tontos. Hoy en día hay ediciones múltiples que han surgido de las ganas de crear y de la accesibilidad a ingredientes que, para las generaciones de nuestras abuelas, eran inalcanzables. En la actualidad hay quienes alegran la masa con taquitos de jamón, atún desmigado, sobras de pollo, etcétera.
En este momento que llega el buen tiempo, Allué sugiere usar el pan duro para llevar a cabo tanto gazpachos como salmorejos, recetas extremadamente simples, nutritivas, sanas y bajas en calorías. “Con un poco de pan, tomate, aceite, vinagre de Jerez, sal y pimienta, además de un huevo duro y jamón, tendremos un plato de verano simple y sano”, explica Allué. La receta más especial elaborada con pan duro, que encontramos tanto en los hogares como en varios restaurantes de todos los niveles, es la clásica torrija que ha trascendido asimismo la época de Semana Santa. Ahora la hallamos durante todo el año, tanto en establecimientos de alta gastronomía como en otros más modestos, y si bien asimismo es simple de hacer tiene sus secretos a fin de que quede especial. La cocinera Cristina Arias, del restaurante Éleonore, en Salinas , sugiere que se prepare siempre y en todo momento “con pan blanco, de harina de trigo y bien duro” a fin de que el resultado sea óptimo.
Este postre asimismo tiene por nombre pastel de pobres. Yo lo conozco desde pequeña, mi madre lo hacia con el pan sobrante. Lo sacamos del horno y dejamos enfriar totalmente antes de desmoldarlo.
Una copa de vino, una cerveza o la bebida de vuestra decisión y listos para trasladarnos a las cocinas de las abuelas. Después, ralla los dientes de ajo y pica el perejil finamente. Incorpora estos elementos en un envase junto con el pan hidratado, los huevos revueltos, sal y pimienta al gusto.
Los flanes, pudin y quesillos a mi en lo personal me gustan mucho. Puedes hallar muchos más en el apartado de postres. Escurrimos sobre papel de cocina unos minutos, dejando que absorban el exceso de grasa antes de servir. Se pueden comer templados o fríos, pero están bastante superior calientes. A continuación, añade la leche de a poco y revuelve hasta que el pan absorba el líquido.
En un caso así, simplemente debes cortar el pan a dados, tostarlo o freírlo. Cuando estén doradas por todos y cada uno de los lados, quita y déjalas sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Puedes comer los huevos tontos bien calientes.